Hablar de teatro
puede sonar anticuado y hasta aburrido para las nuevas generaciones discípulas
de vídeos de 3 minutos máximos, por lo que una obra de 1 hora y media es una
pérdida de tiempo. Lo que antes era patrimonio de la sociedad ahora se ha
vuelto un lujo para el público, por ello, puede ser sorprendente la elección de
la compra de un boleto para ir al teatro porque tiene que enfrentarse a dos
nuevos adversarios: el cine que lo sobrepasa en popularidad y los intereses
comerciales, que son contrarios al experimentalismo y por otro lado, las
plataformas de streaming y contenido digital.
Las artes escénicas han sido
testigo del cambio social que décadas y años traen consigo, no quedan exentas
de la actualización al medio en el que se desarrollan para poder conectar con
su público, siempre pensando en todos los rangos de edad.
Prueba del excelente
resultado del cambio, es que ésta arte persiste en distintas modalidades y
formatos que buscan ser novedosos y atractivos para los amantes de musicales,
obras románticas, vivenciales y obras literarias de escritores reconocidos que
dan pie a una nueva cara de grandes y exitosas puestas en escena.
AUTORÍA:
FERNANDA H.
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